8º.-SALÓN DE REINOS O SALÓN DEL TRONO. Programa decorativo 1º.

 Volviendo atrás, en 1633, cuando se decide que este palacio de “recreo” se convierta en oficial, se precisa un Salón de Trono. El antiguo Salón de Comedias, en mitad del Ala Norte, se convertirá en Salón Del Trono, y el Salón de Baile, en Sala de Guardia.

Se trataba de un gran salón rectangular de 40 m de largo por 10 de ancho y algo más de 8 de alto. De dos pisos de altura. Con 10 ventanales en cada pared, 5 por piso, de 3’20 x 2’08. Y puertas en los lados cortos de 4 m x 2’20 de altura. Entre ambos pisos había una balconada que recorría en perímetro interior, haciendo función de palco para el primer uso del Salón, que fue como ya se dijo salón de comedias.

Olivares encarga a Velázquez dirigir el programa decorativo, ideado entre ambos y que debía ensalzar la monarquía hispánica deslumbrando a los visitantes. Se proyectan 27 cuadros, distribuidos en 3 grandes conjuntos: 5 retratos ecuestres, 12 grandes cuadros de victorias, y 10 trabajos de Hércules.

El trono se colocaría en el testero Oeste, bajo los retratos ecuestres de los padres del rey Felipe III y su mujer Margarita de Austria. El retrato ecuestre era símbolo del buen gobernante (el jinete gobernaba el caballo como el rey a su pueblo). Colocar el trono bajo los retratos de sus padres venía a significar que el rey gobernaba con el buen ejemplo de sus padres.

En el Testero Este, se ubicaban los retratos ecuestres del rey Felipe IV y su mujer Isabel de Borbón, y sobre la puerta el de su hijo, el príncipe heredero Baltasar Carlos, simbolizando el futuro, el amanecer, lo que habrá de venir. Todos ellos fueron pintados por Velázquez.

(Maqueta de 4 metros de largo del Salón del Trono, en la Biblioteca del IES Ataulfo Argenta)

(Salón de Reinos. Imagen: Museo Nacional del Prado)

(Maqueta del Salón de Reinos, vista interior, con la explicación de los 3 conjuntos pictóricos que componen la decoración velazqueña). El efecto psicológico, de empequeñecimiento, sobre los embajadores extranjeros era abrumador. Al abrorse las puertas del Salón del Trono, se desplegaba una perspectiva de la Corte abriendo un pasillo de 40 metros de largo. Al fondo, el monarca en su trono, bajo el retrato de sus padres; en los laterales, sobre las cabezas de los cortesanos, destacando los enormes cuadros de victorias y los trabajos de Hércules, y posiblemente, parte de los cortesanos asistiendo a la entrevista desde la pasarela superior. 
(Reconstrucción de la disposición de las tres colecciones pictóricas del Salón de Reinos. Imagen de «Un palacio para el rey» de J Brown y H. Elliott. )
(Reconstrucción del Salón de Reinos, desde el Testero del Trono hacia el ingreso. Museo Nacional del Prado)

(Cuadros de Victorias y Trabajos de Hércules, como referencia del tamaño).


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