5º.-EL BUEN RETIRO, UN PALACIO PARA EL REY PLANETA 1º.

En 1629 nace el príncipe Baltasar Carlos, hijo de Felipe IV e Isabel de Borbón, siendo este hecho el que desencadenará la construcción del mayor complejo palaciego del XVII, el Buen Retiro, surgido a partir de la iglesia de los Jerónimos, en el extremo oriental de Madrid. La de los Jerónimos era la iglesia donde se reunían las Cortes y en la que se juraba al heredero, el príncipe de Asturias. Había anexa una pequeña mansión, “el Cuarto Real del Príncipe”, desde 1563, en la que pernoctaba el príncipe la víspera de su juramento ante las Cortes. Olivares decide agrandarla. Las obras se realizan entre 1630-31. La víspera del 7-III-1632, día del juramento, pernocta la Corte allí. Ese día, mientras se recrea en el éxito de la celebración, la mente de Olivares está fraguando un proyecto más ambicioso.

La Corte realizaza jornadas y giras o cambios de residencia estacionales demanera fija en torno los Reales Lugares alrededor de Madrid, donde su ubicaba la residencia real principal del Alcázar: en verano en El Escorial, aprovechando el frescor de la sierra; en primavera en Aranjuez y Valsaín-La Granja, en invierno en El Pardo. Estos traslados eran complejos y muy costosos. Olivares pensó entonces en construir un palacio para recreo del rey en torno a los Jerónimos, donde el rey pudiera retirarse a descansar de manera rápida y con poco coste, por eso el nuevo palacio se llamará “El Buen Retiro”. De 1630 a 1632 un ejército de 1000 albañiles trabaja en la construcción de un gran edificio, anexo a las anteriores ampliaciones y organizado en torno a un patio cuadrado. El Rey de Romanos, el Rey de la Monarquía Católica, Felipe IV, disponía como los antiguos romanos y la nobleza de Madrid, de una mansión de descanso, rodeada de jardines y con un gran estanque, donde se podían organizar todo tipo de espectáculos para entretenimiento del rey y la Corte: fuegos artificiales, espectáculos navales en el Gran Estanque, corridas de toros, bailes, desfiles…, y espectáculos teatrales y bailes en los salones interiores.

Felipe IV, por Velázquez, 1626.
Museo Nacional del Prado.

El Príncipe Baltasar Carlos, por Velázquez, 1634.
Museo Nacional del Prado.

Inicios del Palacio. Sucesivas ampliaciones (1630-32) del Cuarto del Príncipe, anexo a la iglesia de los Jerónimos, donde desde 1528 se realizaba el juramento de lealtad del heredero a las Cortes de Castilla. Imagen de «Un palacio para el rey» de J Brown y H. Elliott.